jueves, 29 de marzo de 2007

ME CONVERTÍ EN SIRENA

Recuerdo aquella tarde, como tantas otras esperaba sentada en la orilla de la playa del destino.
El atardecer se reflejaba en mis ojos, y mis pies empezaban a estar mojados.La marea había subido.
A lo lejos aparecieron dos barcas.
La primera se me mostraba perfecta, más envuelta en un inmenso oleaje.
La otra vagaba sin rumbo, y tan sólo conservaba medio remo.
Cuando se acercaron nadé hacia las dos, e
n cada una de ellas había un hombre.
Ambos eran bellos pensé. Más el segundo tenía la mirada triste.
No sabía qué barca alcanzar, las dos me atraían poderosamente.
Sabía que si me subía en la primera, viviría una vida difícil. Unos días calmada y otros tormentosa; más había tanto amor en sus ojos y tanta bondad en su corazón.
Me alargaba su brazo y pensé en alcanzarlo, más...volví por última vez los ojos sobre el hombre triste. Aquel que había amado demasiado y no había sido justamente correspondido.
Un inmenso amor nació en mí, una inmensa ternura. Él no me tendía la mano...no.
Indecisa, me alejé y empezé a sentir que mis piernas no respondían.
De repente una larga cola sustituyó a mis piernas.
Los miré, y como no podía elegir, me marché nadando hacia una roca.
En ella me senté, esperando mi destino.




miércoles, 28 de marzo de 2007

TRES CARTAS

Hace unos días, mirando los libros que usabas cuando ibas a la escuela, encontré entre el forro de papel marrón tus cartas.
Sólo una estaba fechada. Ponía 30 de marzo de 1971.
Recuerdo que el corazón me dio un vuelvo y celosa de leerte y emocionada de ser la primera que las había encontrado después de tantos años las escondí en mi bolso y me marché.
Una vez sentada en el tren, las cogí entre mis manos y poco a poco, sin querer perder ningún detalle de ti, empecé a leer.

La primera que leí fue la que escribiste en 1971...tenías 20 años, pensé.
En ella expresabas el miedo que sentías de mostrarte ante los demás...veías la vida como una farsa y el mundo que te rodeaba como una gran comedia.
Te avergonzabas de tu sensibilidad, ya que la veías como una gran debilidad.

Las otras dos, eran posteriores. Ya habías sido madre...quizás ya me tenias entre tus brazos cuando escribías estas notas.

Una, escrita en catalán, decía: " Estic sentada en silenci, a un lloc on cada matí i soc. Sento com si el parc fos diferent...tot el que m'envolta és més dolç, potser avui aquets ells veuen les coses més boniques, senten reneixer una nova esperança."

En la otra recuerdas que han pasado los años, y que comprendes cosas que antes te entristecian. Dices que rectificarías tantas cosas de tu vida...pero ya no es posibles, y sufres.

Doy gracias por haberlas encontrado. Con ellas he podido comprenderte un poco más y abriendo mi corazón he visto que no somos tan diferentes...

martes, 27 de marzo de 2007

OLVIDARTE NO PUEDO

Ni todas mis lágrimas han podido borrar tu nombre escrito en la arena de mi piel.

OTRA VEZ...

Otra vez lloraré como una niña, buscando unos brazos cálidos que me arropen.
Buscaré entre las miradas y elegiré aquella que me sea más dulce.
Y esta noche mientras me duerma volveré a sentir el amor en mis sueños.